Antonio Rafael Barceló Martínez nació en Fajardo el 15 de abril de 1868, bautizado como Antonio Rafael, hijo de don Jaime Barceló y doña Josefa Martínez de León, ambos españoles y personas de escasos recursos económicos, pero muy ricos en dignidad y honor. Fallecieron cuando su hijo apenas contaba con tres años de edad. Su abuela materna, doña Belén de León, se hizo cargo del cuidado y crecimiento del infante.
Concluidos sus estudios en San Juan, regresó a Fajardo, donde se dedicó al comercio. Se distinguió como comerciante y pasó a ser propietario de un importante establecimiento conocido con el nombre de “El Pacú”. Mientras trabajaba y progresaba económicamente, también estudiaba. Se graduó de un curso de Derecho, y más tarde obtuvo el título de abogado. Contrajo matrimonio con doña Josefina Bird Arias y llegaron a ser padres de cuatro hijos: Antonio, Josefina, Jaime y María Angélica.
Desde sus días de estudiante, a Barceló le inquietaban los asuntos de la política en la Isla. Sus simpatías políticas siempre estuvieron por las causas e ideales liberadores. En 1898 fue nombrado Juez Municipal de Fajardo y, al año siguiente, tomó participación en la fundación del histórico Partido Federal Americano. Se disuelve esta colectividad para constituir la Unión de Puerto Rico en 1904, en la cual ocupó el puesto de vanguardia en los cuadros directivos de la nueva formación política. En 1906 lo eligieron miembro de la Cámara de Delegados por Humacao y, a fines de 1914, lo designó el presidente norteamericano Woodrow Wilson para formar parte del Consejo Ejecutivo de Puerto Rico. En 1912 lo eligieron Presidente del Partido Unión de Puerto Rico.
Mientras asumía puestos de alta responsabilidad pública al servicio de Puerto Rico, abandonó sus negocios y su caudal económico, que con tanto sacrificio y honestidad había adquirido, se esfumó. Esto no amilanó en nada sus empeños patrióticos, aunque le costara indecibles sufrimientos y estrecheces para él y los suyos. Se cumplió en él la honrosa tradición de los proceres puertorriqueños que viven y mueren pobres por servir a su pueblo.
En la Elección General de 1917, la primera bajo la Ley Jones, lo eligieron senador por el Distrito de Humacao. Al ocupar este cargo, fue nombrado Presidente del alto cuerpo legislativo, puesto que ocupó hasta principios de 1930. Continuó sirviendo como Senador hasta su muerte en 1938.
En 1924 llevó a su partido mayoritario, la Unión de Puerto Rico, a una alianza con el Partido Republicano Puertorriqueño que presidía, entonces, el también ilustre puertorriqueño don José Tous Soto. Convencido posteriormente de que la Alianza no respondía en la práctica a los propósitos para los cuales se creó, fundó el Partido Liberal Puertorriqueño, formación política que presidió hasta su muerte.
Barceló recibió, a lo largo de su fecunda vida, merecidas y grandes distinciones. Se le conoció como “El Capitán de su Pueblo”, y nunca podrá olvidarse el lema que dio inspiración a su vida: “Puerto Rico por encima de todo”.
El 15 de diciembre de 1938 falleció en su hogar de Santurce este eminente puertorriqueño. Con su muerte, su hija Josefina Barceló Bird de Romero, se convertiría en la presidenta del Partido Liberal y primera mujer en presidir un partido. El hijo de Josefina, Carlos Romero Barceló, también dedicó su vida al servicio público, siendo alcalde de San Juan, gobernador de Puerto Rico, senador y comisionado residente de Puerto Rico en Estados Unidos.
En reconocimiento a este honorable puertorriqueño lleva su nombre la Plaza de Recreo de Juncos Antonio R. Barceló.